
El dulce malagueño por excelencia recibe este nombre por llevar vino entre sus ingredientes. Su elaboración, aunque larga, es sencilla y puede hacerse de dos formas: con relleno de cabello de ángel o de batata dulce. A pesar de que se consumen durante todo el año, los borrachuelos tienen un par de citas a las que no pueden faltar, Navidad y Semana Santa. ¡Y están para chuparse los dedos!
Receta elaboración
Tiempo
120 minutos
Categoría
Dulces y postres
Ingredientes
- 1 kg de harina.
- ¼ de vino blanco seco.
- ¼ de vino dulce.
- 1 copa de anís.
- Cabello de ángel.
- 2 cucharadas de ajonjolí.
- La cáscara de una naranja rallada.
- El zumo de dos naranjas.
- Aceite de oliva para freír.
- Azúcar.
*Estas cantidades están indicadas para ocho comensales.
Descripción
El dulce malagueño por excelencia recibe este nombre por llevar vino entre sus ingredientes. Su elaboración, aunque larga, es sencilla y puede hacerse de dos formas: con relleno de cabello de ángel o de batata dulce. A pesar de que se consumen durante todo el año, los borrachuelos tienen un par de citas a las que no pueden faltar, Navidad y Semana Santa. ¡Y están para chuparse los dedos!
Paso a Paso
1. Calentar el aceite de oliva en una sartén grande y, en él, freír la cáscara de naranja para, después, añadir el anís y el ajonjolí. A continuación, verter los vasos de vino y agregar el zumo de naranja previamente colado.
2. Echar la harina lentamente hasta formar una masa, mezclar y colocar dicha masa en la encimera para trabajarla y dejarla en una masa fina. Taparla con un paño y dejarla reposar media hora.
3. Coger un trozo de masa del tamaño de una nuez y aplastarlo con la mano hasta que quede fino.
4. Rellenar el borrachuelo con cabello de ángel (o batata dulce, en su defecto) y cerrarlo con la ayuda de los dedos y un tenedor. Repetir el proceso con el resto de pasteles.
5. Calentar aceite de oliva en una sartén y sumergir los borrachuelos para freírlos.
6. Colocar los pasteles en un plato con papel de cocina y rociar de azúcar. Para concluir, cambiarlos de plato y espolvorear un poco más de azúcar al final.