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Málaga
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  • Málaga es la capital de la Costa del Sol y una de las principales ciudades de España, con una impresionante historia y un presente aún más interesante. Su casco antiguo, junto a su animado puerto, está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

    La oferta turística de Málaga es amplísima. A sus dieciséis playas y numerosas oportunidades de ocio se suma un atractivo patrimonio monumental y una red de museos de primer nivel. La ciudad de Picasso es hoy día un centro cultural de referencia en Europa.

    EN MÁLAGA NO PUEDES PERDERTE

    MONUMENTOS

    La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro son la principal herencia del pasado árabe de Málaga. Estas fortalezas, construidas entre los siglos XI y XIV, representan uno de los ejemplos de arquitectura defensiva de la época mejor conservados de España. Desde el castillo, que domina la cima del monte del mismo nombre, se obtienen unas fabulosas vistas de la ciudad y del mar Mediterráneo.

    A los pies de ambas fortificaciones se sitúa el Teatro Romano. Erigido en tiempos del emperador Augusto, está habilitado para acoger espectáculos en un entorno inigualable. Cuenta además con un innovador centro de interpretación para conocer la vida y costumbres de las Hispania Romana.

    Muy cerca se encuentra la Catedral de Málaga o de la Encarnación. Diseñada por Diego de Siloé, en su construcción también participaron grandes maestros del Renacimiento andaluz, como Andrés de Vandelvira, Hernán Ruiz II y Diego de Vergara. Entre las joyas de arte que encierra el templo destacan las tallas del coro, obra de Pedro de Mena.

    Otros exponentes de la arquitectura religiosa son las iglesias de los Santos Mártires y del Cristo de la Salud, el Palacio Episcopal y la portada gótico-flamígera de la iglesia del Sagrario. La Basílica de la Virgen de la Victoria, patrona de Málaga, con su cúpula rococó, también merece una visita.

    La capital de la Costa del Sol tiene un amplio catálogo de edificios decimonónicos llenos de encanto, como el Teatro Cervantes, el Palacio de la Aduana o la Plaza de Toros de La Malagueta. Del siglo XIX también son las casas nobles de la Alameda Principal, el Parque de Málaga y calle Larios.

    La vía más emblemática de la ciudad culmina en la plaza de la Constitución, presidida por la Fuente de Génova de estilo renacentista. Desde aquí se pueden admirar el pintoresco Pasaje de Chinitas, la Casa del Consulado y el Ateneo de Málaga, antigua escuela donde Picasso comenzó a dibujar.

    Al genio malagueño está dedicado el espacio cultural más importante de la capital. Enclavado en el Palacio de los Condes de Buenavista, de 1520, el Museo Picasso Málaga da respuesta al deseo del artista de exponer parte de su obra en su ciudad natal. Más de doscientas pinturas, esculturas y cerámicas integran la colección permanente.

    Próximas al museo se localizan la Casa Natal de Picasso, en una esquina de la Plaza de la Merced, y la iglesia de Santiago, donde fue bautizado el pequeño Pablo en 1881. El templo fue levantado sobre una antigua mezquita y posee una torre mudéjar concebida inicialmente como alminar.

    La ciudad también tiene el privilegio de contar con una de las más valiosas colecciones pictóricas de España: el Museo Carmen Thyssen Málaga. Ubicado en el Palacio de Villalón, sus más de doscientas obras constituyen la muestra de pintura andaluza del siglo XIX más representativa del país.

    Otra parada ineludible para los amantes del arte es el Centre Pompidou de Málaga, el primero creado fuera de Francia. Este espacio está dedicado a las creaciones de vanguardia, al igual que el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, alojado en un antiguo mercado junto al río Guadalmedina.

    Con más de una treintena de espacios museísticos, la capital de la Costa del Sol se ha convertido en todo un referente. El Museo del Vino, el Museo del Flamenco, el Museo Revello de Toro o el Museo del Automovilismo son sólo algunos exponentes de esta inmensa red cultural. Mención aparte merece la Colección del Museo Ruso, San Petersburgo/Málaga, compuesta por un centenar de obras de entre los siglos XV y XX que pueden admirarse en la antigua Tabacalera.

  • El Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, popularmente conocido como Aeropuerto Pablo Picasso, está situado a tan sólo ocho kilómetros al suroeste de la capital y ofrece varias opciones para llegar al centro de Málaga.

    En coche: para llegar desde aeropuerto a centro de Málaga deberías tomar la Avenida de Velázquez (MA-21) y Avenida de Andalucía (MA-20) hasta llegar al centro de la ciudad.

    En autobús: diversas líneas de autobuses urbanos, interurbanos y de largo recorrido conectan el aeropuerto con la capital, localidades cercanas y diferentes ciudades andaluzas. La línea Expréss cuya parada se encuentra en la Terminal 3 conecta el aeropuerto con el centro de Málaga en 15 minutos, con la frecuencia de cada 20 minutos.

    En tren: una línea de tren de cercanías conecta el aeropuerto con varios puntos clave de la Costa del Sol: Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos y Málaga. La línea C1 cuya parada se encuentra junto a la terminal 3, conecta el aeropuerto con la estación María Zambrano en Málaga en 15 minutos, con la frecuencia de cada 20 minutos.

  • ATRACTIVOS NATURALES

    Málaga posee un entorno natural de gran valor ambiental y riqueza paisajística. Destaca el Parque Natural de los Montes de Málaga, un pulmón verde de casi 5.000 hectáreas con diversas especies de flora y fauna. El enclave es ideal para hacer senderismo o practicar actividades al aire libre. Cuenta con varias áreas recreativas, un aula de la naturaleza y un ecomuseo, situado en una casa lagar de 1843. En él se pueden ver los instrumentos que se utilizaban para elaborar el famoso vino de Málaga.

    El Jardín Botánico-Histórico de la Concepción, catalogado como Bien de Interés Cultural, ofrece la posibilidad de pasear entre especies vegetales provenientes de todos los continentes. Mientras que la Finca de la Concepción, en Churriana, invita a contemplar su espléndido jardín con más de setecientos ejemplares de plantas, sobre todos tropicales y subtropicales.

    En pleno centro de la ciudad se encuentra el Parque de Málaga, un verdadero museo natural. Fue diseñado en el siglo XIX y se asienta sobre terrenos ganados al mar. Junto al parque se localizan los Jardines de Pedro Luis Alonso y los Jardines de Puerta Oscura, y cerca de la Plaza de Toros de la Malagueta, el Cementerio Inglés. Creado en el siglo XIX, fue concebido como un jardín botánico.

    La costa de Málaga está dividida en dieciséis playas. La mayoría están dotadas con todo tipo de servicios y delimitadas por paseos marítimos. Las más populares son las playas de la Malagueta, El Palo, Pedregalejo y La Misericordia. La menos frecuentada es la playa de Guadalmar, que se extiende desde el Paraje Natural de la desembocadura del río Guadalhorce.

    CENTROS DE OCIO

    El privilegiado clima de Málaga la convierte en un destino ideal para practicar deportes al aire libre en cualquier época del año. La capital de la Costa del Sol cuenta con tres campos de golf e innumerables posibilidades para disfrutar de la vela, el submarinismo, el pádel, el atletismo o el ciclismo.

    Málaga dispone además de dos centros de ocio a las afueras de la ciudad, con cines, restaurantes y boleras, y de dos circuitos de karting.

    Pero la ciudad de Málaga también cuenta con un importante centro comercial abierto junto al Puerto de Málaga, el Muelle Uno. Con una zona de tiendas y una parte para la restauración, se ha convertido en un lugar ideal para pasar una jornada agradable en un entorno privilegiado.

    FIESTAS POPULARES

    La principal cita del calendario festivo de Málaga es la Feria de Agosto. La ciudad se engalana para acoger la gran fiesta del verano, que tiene la singularidad de celebrarse en dos espacios. El centro histórico se llena de música, baile y mucha diversión durante la Feria de Día. El Real de Cortijo de Torres, con sus casetas y atracciones, permanece abierto las veinticuatro horas. Las tradiciones y el folclore no pueden faltar en esta cita, que rememora la conquista de Málaga por los Reyes Católicos.

    Otro acontecimiento de singular relevancia es la Semana Santa. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, las cofradías recorren en procesión las calles de la capital portando en imponentes tronos a sus sagrados titulares. Es la representación de la Pasión de Cristo. Declarada de Fiesta de Interés Turístico Internacional, esta tradición cuenta con más de cinco siglos de historia.

    También el Carnaval, las procesiones marineras de la Virgen del Carmen, la festividad de la Virgen de la Victoria y la Fiesta Mayor de Verdiales son eventos con especial raigambre en Málaga. Y eso sin olvidar la Noche San Juan, en la que miles de malagueños acuden a las playas para recibir el verano. La tradición manda llevar todo lo necesario para que el festejo sea un éxito: comida, bebida, música, maderas para las hogueras y deseos escritos en un papel. En esa mágica noche todo puede suceder.

    Otra ocasión especial para disfrutar de la capital de la Costa del Sol es durante la semana del Festival de Cine de Málaga. Es un acontecimiento cultural de primera magnitud que se ha consolidado como la principal plataforma de la industria cinematográfica en España. Además de proyectar los estrenos más relevantes del año del cine patrio, se premian las mejores películas y se conceden galardones honoríficos.

    GASTRONOMÍA

    Uno de los grandes atractivos gastronómicos de la capital de la Costa del Sol es el famoso "pescaíto" frito. En chiringuitos, bares y restaurantes, su demanda se dispara en la temporada de verano. Aunque el resto del año también podremos disfrutar de una exquisita ración de "boquerones victorianos". La otra obra maestra de la cocina malagueña es el espeto de sardinas. Clavado o "espetado" en una caña, el pescado se asa al calor de las brasas, otorgándole un sabor exquisito.

    El gazpacho y el ajoblanco, así como la ensalada malagueña con bacalao y naranjas, el gazpachuelo y el plato de los Montes son otras sugerencias para abrir el apetito. También las tapas ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía de Málaga. Se trata de pequeñas raciones de comida que se consumen a modo de aperitivo acompañando a la bebida. En torno a las tapas se ha consolidado el término "tapeo", siendo habitual salir a cenar o comer los fines de semana a base de estos aperitivos.

    Cabe señalar además la deliciosa carta de pasteles que ofrece Málaga. Propios o reinventados, la mano dulce de los maestros pasteleros malagueños toma cuerpo en auténticas explosiones de sabor y color.

  • Historia


    Los fenicios fundaron Malaka en el siglo VIII a.C. en la desembocadura del río Guadalhorce. Eligieron este lugar por las condiciones que ofrecía su puerto natural para el atraque de los barcos y por los recursos naturales existentes en la zona. Cerca de ese asentamiento, los griegos constituyeron después la colonia de Mainake, que acabó siendo arrasada por los cartagineses. El dominio púnico perduró hasta la llegada de los romanos. Málaga se integraría entonces en la Hispania Ulterior.

    La Malaca romana experimentó un gran crecimiento gracias a su actividad exportadora, basada fundamentalmente en el garum (salsa o pasta de pescado), el vino y el aceite. La ciudad era ya en el año 81 un municipio federado y comenzaron a construirse relevantes edificios, como el teatro enclavado en las faldas del Monte Gibralfaro. Agotada la hegemonía romana, Málaga pasó al poder de silingos, vándalos y visigodos, y a partir de la invasión musulmana, empezaría a depender del Emirato de Córdoba.

    La ciudad caería en épocas sucesivas en manos de los bereberes hammudíes, los ziríes, los almorávides, los almohades y los nazaríes. Estos constantes cambios no afectaron a la actividad comercial, debido a la protección que ofrecían las fuertes murallas de Málaga y a la vigilancia que podía ejercerse desde el Castillo de Gibralfaro. El dominio árabe se prolongó cerca de ocho siglos, hasta la conquista castellana. Ante el asedio de las tropas de los Reyes Católicos, la ciudad se rindió sin condiciones en 1487.

    Málaga experimentó a finales del siglo XV y principios del XVI un ensanchamiento de sus límites extramuros. La Iglesia, mientras tanto, erigía templos y conventos por todo el territorio local. Una centuria más tarde, la ciudad tuvo que enfrentarse a la expulsión de los moriscos, varias inundaciones y distintas epidemias. Las continuas incursiones y ataques de piratas, berberiscos, franceses y británicos sólo empeoraban las cosas.

    En el siglo XVIII Málaga conoció un periodo de mayor estabilidad propiciada por el empuje de las exportaciones agrícolas y el fin del monopolio del comercio de Indias. Estos factores repercutieron en el creciente auge de la actividad portuaria. Sin embargo, la capital padeció en el siglo XIX la invasión napoleónica y los efectos de la lucha entre absolutistas y liberales. Las playas de San Andrés fueron el escenario del fusilamiento del general Torrijos y sus compañeros por oponerse al régimen de Fernando VII.

    A mediados de ese siglo, Málaga entró de lleno en la industrialización centrada en los sectores siderúrgico y textil. Los promotores de tan intensa actividad fueron las familias Larios y Heredia. Al oeste de la ciudad se situaron las fábricas y los barrios proletarios, y al este se levantaron las mansiones de la nueva burguesía. Este desarrollo urbano trajo consigo la construcción de edificios de llamativa arquitectura en el centro histórico.

    El hundimiento de la floreciente industria y la plaga de la filoxera que acabó con la importante producción vitivinícola de Málaga sumieron a la ciudad en una profunda crisis. El estancamiento se mantuvo hasta la segunda mitad del pasado siglo. La Costa del Sol comenzó entonces a despuntar como destino turístico y la zona pronto se convirtió en un referente mundial del sector.

     

    Cuna de Picasso

    Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga en 1881. Diez años después marchó con su familia a La Coruña, y más tarde a Barcelona, aunque regresó en cuatro ocasiones a su ciudad natal. Posteriormente se afincó en Francia, donde falleció en 1973. Está considerado uno de los genios del arte contemporáneo y en sus obras, su personalidad y sus ideas se perciben las raíces malagueñas, según los expertos.

     

  • La gastronomía de Málaga es famosa por la riqueza y variedad de platos preparados a base de producto local. Sin duda, es un ejemplo perfecto de la dieta mediterránea.

    Uno de los grandes atractivos gastronómicos de la capital de la Costa del Sol, sobre todo en la temporada de verano, es el famoso "pescaíto" frito. La estrella de la fritura es el boquerón malagueño. Junto a la fritura, otro plato de pescado muy típico es es el espeto de sardinas. El espeto, otra obra maestra de la cocina malagueña, es una caña donde se clava el pescado para asarlo al calor de las brasas, otorgándole un sabor exquisito.

    Las tapas ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía de Málaga. En torno a estas pequeñas raciones de comida que se consumen a modo de aperitivo, se ha consolidado el término "tapeo", siendo habitual salir a cenar o comer los fines de semana a base de estos aperitivos acompañados con un buen vino local.

    Los platos que necesitas probar en tu visita a Málaga son el gazpacho y el ajoblanco, así como la ensalada malagueña con bacalao y naranjas, el gazpachuelo y el plato de los Montes.

    Finalmente, cabe mencionar la deliciosa carta de pasteles que ofrece Málaga. Propios o reinventados, hechos por los maestros pasteleros malagueños son fuente de auténtico y exquisito sabor.

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Características

  • Cerca del aeropuerto
  • Habitantes (+50.000)
  • Monumentos históricos
  • Playa
  • Zona de costa

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